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Canadá
Las tierras del Canadá, habitadas por tribus amerindias e inuits, fueron conquistadas y colonizadas por Francia en el siglo XV. Pasando posteriormente, concretamente en 1763, en manos inglesas.
Las primeras décadas del siglo XX fueron una época de prosperidad económica y política para Canadá. En la vertiente política, hay que señalar que en 1921 llega a la presidencia del gobierno el liberal William Lyon Mackenzie King, quien dedica grandes esfuerzos a conseguir que el país sea independiente de Gran Bretaña. En cuanto a la economía, se trata de un periodo de desarrollo de las explotaciones de yacimientos de oro, amianto y níquel, así como de las industrias de madera y papel y de los cultivos agrícolas.
La situación de bonanza cambia con la crisis económica de 1929, que también afectó de manera importante a este país norteamericano. Así, hasta 1933 observamos una caída sustancial del Producto Nacional Bruto, de la producción industrial, de la población activa y otros marcadores macroeconómicos. Esta situación se ve agravada por los desastres naturales -huracanes, plagas de saltamontes, etc.- que golpearon Canadá en aquellos tiempos.
Como respuesta, en 1930 se produce un cambio de gobierno en favor del conservador Richard B. Bennett, quien se mantiene como primer ministro hasta 1935. Momento en que el bipartidismo vuelve a pegarse la vuelta en favor de los liberales. Paralelamente, se produce el nacimiento de nuevos partidos políticos de inspiración socialista.
En cuanto a la política internacional de Canadá, cabe decir que participó en la Segunda Guerra Mundial de forma activa en el bando de los Aliados, enviando a Europa 900.000 soldados.
Canadá no es de los países que más refugiados españoles recibió después de la Guerra Civil, pero no podemos obviar su lugar como hogar de acogida de algunas de estas personas. De hecho, hay constancia de una activa comunidad anarquista compuesta, mayoritariamente, por migrantes españoles, italianos y europeos del este. Era un destino atractivo por las posibilidades económicas que ofrecía, con una próspera industria automovilística necesitada de trabajadores.
En cualquier caso, la llegada más grande de españoles no se da a principios de la victoria franquista, sino que es más numerosa a partir de los años sesenta, cuando la creación de la Asociación Canadiense de Hispanistas favoreció la llegada de diferentes profesionales.
PURIFICACIÓN PÉREZ BENAVENT (PURA ARCOS)
- Lugar y fecha de nacimiento: Valencia, 1919.
- Lugar y fecha de defunción: Windsor (Canadá), 1995.
- Profesión: Enfermera.

Purificación Pérez Benavent (Pura Arcos)
Purificación Pérez Benavent, más conocida como Pura Arcos, nació en Valencia el 26 de junio de 1919. Vivió y estudió en Xàtiva desde los tres años hasta los catorce, puesto que en 1933 se trasladó a vivir a Barcelona con sus padres, donde empezó a trabajar y a estudiar por la noche en una escuela racionalista. Allí entró en contacto con el mundo anarquista y empezó a frecuentar un ateneo libertario. A continuación, se afilió a las Juventudes Libertarias de la barriada del Clot.
Posteriormente, a partir de su fundación en 1936, formó parte de la agrupación femenina y anarquista Mujeres Libres, donde llegó a ser secretaría de Propaganda del Subcomité Nacional. Así, participó en diferentes actos de difusión del colectivo y creó algunas de sus agrupaciones locales.
En el año 1937, en plena guerra civil, vuelve a instalarse en Valencia, donde trabaja para el Comité Peninsular de la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Paralelamente, imparte clases en una escuela de la colectividad La Porvenir, de Tavernes de la Valldigna. Pasó toda la guerra en el País Valenciano, manteniendo intacto su compromiso con Mujeres Libres y con el movimiento libertario, prueba de esto es que el 28 de noviembre de 1938 participó en el mitin en recuerdo de Durruti celebrado en Xàtiva.
Una vez acabada la guerra volvió a Barcelona para reunirse con su familia. Allí pasó dos años escondida, sin salir de casa de sus padres, trabajando durante horas como costurera. A mediados de la década de 1940 formó parte de la lucha clandestina en apoyo de los presos anarquistas. Durante aquellos años, también tuvo una hija, fruto de la relación con el compañero de militancia Federico Arcos, quien se tuvo que exiliar poco después.
Hasta 1959 trabajó y crió a su hija a la vez que, por la noche, estudiaba bachillerato y enfermería. Finalmente, se exilia con su hija a Canadá, donde se reencuentran con Federico. Allí ejerció de enfermera hasta su jubilación y continuó colaborando con la revista Mujeres Libres, que se editó desde el exilio entre 1963 y 1977, así como en la revista Mujeres Libertarias, hasta su desaparición en 1993. Nunca volvió a su tierra, muriendo el 12 de octubre de 1995 en Windsor (Canadá).
Cristina ESCRIVÀ MOSCARDÓ: 40 dones protagonistes de la València republicana, València, Associació Cultural Institut Obrer, 2018.
Martha ACKELSBERG: Mujeres Libres. El anarquismo y la lucha por la emancipación de las mujeres, Barcelona, Virus, 2017.