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República Dominicana
La población originaria del que hoy conocemos cómo República Dominicana eran los taínos, pero el territorio fue colonizado por Cristobal Colón en 1492. A partir de ese momento y hasta 1865, esta isla del Caribe estuvo bajo control de diferentes potencias europeas -España, Inglaterra y Francia- y el vecino Haití. A inicios del siglo XX la inestabilidad política y económica imperante en el territorio fue utilizada por Estados Unidos para invadir y controlar el país.
Entre 1930 y 1961 República Dominicana sufrió la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, quien instauró un régimen cruel y opresor y convirtió el país en su feudo, bajo un sistema de corrupción, nepotismo y adulación a su persona -llegó a cambiar el nombre de la capital, Santo Domingo, por Ciudad Trujillo-. Se sirvió del ejército y la violencia hacia su pueblo para mantenerse en el poder, de hecho formó una banda paramilitar, conocida como La 42, dedicada a asesinar opositores. Los pilares ideológicos de la dictadura eran el anticomunismo, el hispanismo y la persecución de la población afrodescendiente, especialmente la haitiana, a la cual masacró.
En cuanto a los exiliados y exiliadas que llegaban desde España a partir de 1939, cabe decir que desembarcaron en República Dominicana unas 4500 personas. No era un destino amable, puesto que la dictadura allí establecida tenía mucho más en común con el franquismo que con los ideales que representaban las personas desplazadas. Pero poco sabían estas personas del país al que se dirigían, un destino prácticamente desconocido por la población española de la época, al cual llegaban abocados por la desesperanza que los invadió después de la horrible experiencia de los campos de concentración franceses.
Así, el gobierno dominicano aceptó la entrada de refugiados, convirtiéndose, entre 1939 y 1940, en el segundo destino americano en importancia cuantitativa -solo por detrás de México-. Pero, ¿por qué el país del Caribe estaba dispuesto a recibir personas vinculadas con el socialismo, el comunismo o el anarquismo, cuando estas mismas ideologías eran represaliadas a su seno? Por un lado, la dictadura necesitaba limpiar su imagen en el ámbito internacional y, por otro lado, la llegada de población europea y blanca ayudaba al propósito de «blanquear» el país, desplazando a la población negra. Además, estas nuevas personas representaban mano de obra agrícola barata.
Se crearon las colonias agrícolas, a las cuales tenían que ir las personas refugiadas tan pronto como llegaban a la isla. De tal manera que lugares como El Llano, Villa Trujillo o El Seybo se convirtieron en testigos de las penurias que pasaba quién era enviado allí. La capacidad de movimiento estaba restringida, no había alimento suficiente, enfermaban de paludismo, faltaba asistencia sanitaria, no tenían viviendas, etc. Poco a poco, consiguieron informar a las autoridades republicanas en el exilio de las condiciones de vida que enfrentaban, y estas exigieron iniciar una política de reemigración urgente para trasladar a las personas refugiadas en otros países. A esto se sumó la expulsión, por parte de las autoridades dominicanas, de aquellos y aquellas que habían intentado reorganizar las afinidades políticas. Dado que en septiembre de 1940 la dictadura de Trujillo había obtenido el reconocimiento de Estados Unidos, y por tanto ya no necesitaba mantener el espejismo de tolerancia. En consecuencia, a finales de la década de los 40 solo quedaban un centenar de refugiados españoles en República Dominicana, que se había convertido, probablemente, en el exilio más duro.
Continuando con la historia de la república del Caribe, hay una fecha que no podemos dejar pasar: el 25 de noviembre de 1960. Ese día, las tres hermanas Mirabal, las cuales eran militantes contra la dictadura, fueron capturadas en una emboscada por agentes del Servicio de Inteligencia Militar de Trujillo, torturadas y asesinadas. En su honor, el 25N fue declarado por las Naciones Unidas el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Seis meses después, el 30 de mayo de 1961, el dictador fue asesinado. A partir de este momento el país pasa por varias direcciones políticas y, incluso, por una intervención armada estadounidense en 1965 que tuvo como consecuencia la instauración de otra dictadura, encabezada por Joaquín Balaguer, con una duración de 12 años. En 1978 llegó el primer gobierno democrático desde la década de los años 20, de la mano del Partido Revolucionario Dominicano.
AURÈLIA PIJOAN QUEROL
- Lugar y fecha de nacimiento: Castellserà (Lleida), 1910
- Lugar y fecha de defunción: Ciudad de México, 1998
- Profesión: Médica
Aurèlia Pijoan Querol nació en Castellserà -un pueblo de la provincia de Lleida- en 1910, en el seno de una familia republicana y librepensadora. Estudió bachillerato en el instituto de Lleida hasta 1926 y, posteriormente, cursó la carrera de medicina entre la Universitat de Barcelona y la Universitat de València, licenciándose en 1933. Los siguientes años, antes del inicio de la Guerra Civil, trabajó en el Laboratorio Municipal de Lleida, especializándose en la producción de la vacuna contra la tuberculosis.
Cuando en julio de 1936 se funda el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), de ideología comunista, Aurèlia junto con sus tres hermanas y su padre no dudan a afiliarse. Empieza así su militancia política al calor de la guerra. Ella formó parte del secretariado femenino del PSUC, lo que la llevó a intervenir en numerosos mítines y programas de radio y, más adelante, fue nombrada secretaría general por Lleida de la Unión de Mujeres de Cataluña, organización femenina antifascista creada en 1937. Continuando con su compromiso político, en el otoño de 1937 fue regidora de sanidad del Ayuntamiento de Lleida en representación del PSUC, siendo la primera mujer en acceder a un cargo municipal en la localidad.
Paralelamente, en cuanto al ámbito laboral, durante el conflicto bélico trabajó en el Hospital Intercomarcal de Lleida y dirigió una Casa de Reposo próxima, destinada a combatientes con problemas pulmonares. En el ámbito privado, en 1938 se casó con el militante comunista Luís Pérez García-Lago. Poco después, Lleida caería en manos de los franquistas y Aurèlia y su familia huyen a Barcelona -pasando brevemente por Tàrrega-, donde Luís forma parte de la dirección general del PSUC.
Dos meses antes de acabar oficialmente la guerra, al ser bombardeada Barcelona, Aurèlia se ve obligada a atravesar la frontera sin su marido, que en esos momentos ya estaba encerrado en la prisión del Castillo de Colliure. En el país vecino se desplaza por varias ciudades, en las cuales trabaja tanto cuidando una enferma terminal como vendimiando.
El 1 de diciembre de 1939 emprende un nuevo exilio, deja la poco hospitalaria Francia camino a República Dominicana. Después de una travesía de 19 días a bordo del barco La Salle llega a Ciudad Trujillo -actual Santo Domingo-. El país del Caribe no resultó más acogedor. Por un lado, los españoles que se encontraban allí eran, mayoritariamente, partidarios de Franco y, por otro lado, República Dominicana era desde 1930 una dictadura bajo el mandato de Rafael Leónidas Trujillo. La población refugiada que llegaba era distribuida en colonias agrícolas como Medina, El Llano, Villa Trujillo o El Seybo. Esta última, situada en medio de la selva, es donde fue a parar Aurèlia, que malvivía desnutrida y utilizada como mano de obra en el cultivo de caña de azúcar. Las condiciones de vida eran durísimas y muchas de las personas allí internadas morían de agotamiento o enfermedades.
Finalmente, en febrero de 1941, después de contactar con un tío de su marido que vivía en México, consigue llegar al puerto de Veracruz, donde se reencuentra con Luís. Allí se instalan definitivamente y ella puede retomar su militancia comunista, pero no su profesión de médica, que ya nunca más ejerció. Así, se dedicó a ayudar a personas encerradas en las prisiones de Franco a través de la Unión de Mujeres Españolas, donde llegó a ser secretaría general. Aurèlia Pijoan Querol no volvió a su tierra, muriendo en México en 1998.